sábado, 12 de mayo de 2012

Tierras Errantes.


Cada pisada resuena como ecos en el ancho mundo que me rodea.

Puedo sentir que era diferente antes, que la vida tenía otro comienzo.

Pero el sol ha tostado mi razón, tengo la vaga impresión de recordar mi nombre y que su recuerdo es lo que me mantiene vivo. 

De pronto una visión de un ser que tal vez ame, “Lucia” resuena un eco distante que me hace levantar la vista de unos ojos llenos en la arena.

La mente en la desesperación puede ser cruel, pero el chiste resulta y el odio siempre saca el valor del pecho.

Nos eleva nuestro deseo de seguir divagando en tierras desconocidas hacia destinos inciertos.

Camino bajo la tutela del tunal, con mi sombra bajo mis pies y desearía ir por lo bajo de ellos.

Un sendero oculto, vueltas y vueltas, tres, cuatro a veces hasta cinco brechas sin embargo al ver atrás solo se ve un solo surco de arena.

Cada respiro se vuelve humo en ilusiones distantes, en vuelven la realidad como enjambre abriendo a un cráneo humano.

Voy danzando entre damas de cabellera roja, las voy besando y tras cada caricia una nueva sed me invade.

No hay camino atrás, no hay decisiones de las cuales arrepentirse tras las marchas forzadas del desierto.

No se ve el final de esta larga travesía, tras mil años siendo un cuerpo seco andante tras el rastro de alguien a quien matar.

 Se pierde el sentido que realiza las cuestiones existenciales y con el ganamos la libertad.
Morir todos los días al salir el sol y sin embargo seguir caminando durante la noche, el deseo de venganza despierta a todos los Lazaros del mundo.

Pero son solo escusas para seguir obedeciendo al destino.

Desierto rojo y oro-m-700-op

Ser siempre sonriente siempre delante de nuestras botas, tras un paso dado él ha dado dos más, sabía que jugaba en cada una de sus acciones disfrazadas de sabiduría.

Puede que ese viejo se halla vuelto loco o simplemente este aburrido. 

Un mar de tormentos construido por millares de los fósiles de los sueños muertos bajos mis pies danzando de pronto sobre mi cara y por un momento se oculta el sol y me libro de su burla mortífera hundiéndome en la ilusión. 

Víctima del cerebro seco.
Víctima del cerebro seco. 
Víctima del cerebro seco. 
Víctima del cerebro seco.  

Podría ser irrealidad, podría ser un sueño burla de un dios sombrío que gusta de las ilusiones y de pronto encontrarme en la dualidad y ser solo un ser más cumpliendo el mismo destino como tal hormiga. 

Infinitos días sin despertar en otro lugar que no sea en el suelo frio que pronto se volverá fuego.

Una simple lección, la lengua se vuelve algodón tras secarse el alma por completo.

Un día sin más eternidad ignota.
Un día sin más eternidad ignota.
Un día sin más eternidad ignota. 

He decidido morir esta noche con la cara viendo a las estrellas por vez primera y puede que en la mañana despierte.

J.Misael

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