Tanto sentimiento que en la más mísera de las gárgolas llego a mover un día la esperanza de que el suspirar puede ser un motivo para despertar de semejante letargo en el abandono de su propio coraje.
Todo en un pequeño canto, nada que durara más que cualquier simpleza de las que la mente olvida con facilidad, ha pero esta siempre estará reservada en el corazón para poder quemarlo, así y en solo un parpadeo de mi oído el corazón se me hizo polvo.
Llama incrustada que jamás cesara, peor castigo que tener una daga que no quisiera quitarme no hay.
Jamás las flores voltean a mirar el barro que las admira, tanta luz que desprende, tanta vives que resplandece en su vos, como desear poder llevarla conmigo, pero quien nació sucio y bruto jamás se le permitirá amar solo admirar.
Semejante tosco jamás podría evitar que tanta belleza no se marchitara al estar a su lado, jamás arrancarla, solo soñar con esta en el futuro, sin lagrimas, sin melancolía, ni lamentos del pendiente incierto, ni quejumbrarse del destino, esto se acepta y el guijarro se convertido en indagador de la belleza perpetua de quien jamás la quera con el mismo desgarre que a el le obliga su corazón.
J.Misael
