lunes, 9 de agosto de 2010

Adiós engreído amarillo

Hay palabras rotas que se mezclan.
Nos toman y se alejan.
Salimos corriendo pero siempre nos caemos.
Ya que nos enseñaron a levantarnos y ajustarnos.

Nos presiona y nos saca del camino.
En una promesa disfrazada de miel.
En una prueba disfrazada de beso.
Un cosquilleo, llanto y eterno.

Pero ahí sigues, no por ti.
Pero sigues y eso te empuja.
Ni gratitud, ni por afecto.
Ni siquiera por popularidad.

Se mueve en tus entrañas una pequeña larva.
Se lo come lento y abre su agujero.
La escuchas mascullar y abrirse paso por tu vomito.
Devora tu alma y ganas de sobrevivir.
Tan deprisa que le restas importancia hasta que estas en el piso.
Ya con los lagrimales sueltos suplicas por ver lo a el cielo.
Pero ¿dónde está dicho arcoíris?

Ya se fue con mamá y pude que jamás regrese.
Buscaras en todas las puertas que brillen.
Es lo natural, pensaras que nada jamás paso.
Dios se fue, pero aún hay donde morder
Y las escusas sobran después.

J.Misael